Los cables de control están diseñados para transmitir señales y comandos de control entre varios dispositivos y sistemas. Se utilizan comúnmente en aplicaciones de automatización, instrumentación y control, lo que permite una operación precisa de maquinaria y equipos. Los cables de control suelen tener varios conductores y están diseñados para ofrecer flexibilidad y resistencia a las interferencias. Su construcción robusta los hace adecuados para su uso en entornos hostiles, lo que garantiza una comunicación confiable en entornos industriales y comerciales.